lunes, 24 de septiembre de 2012
LAS COSAS QUE A MI ME PASAN
Dicen que no es de machos andarse quejando, pero tiene que haber alguna forma para salir de esto, debo llamar la atención sobre situaciones, experiencias que no deberían tocarme, y sin embargo llegan para amargarme la vida......................................................................................................................................................................
Es claro que este asunto de la computación, sus tecnologías y ventajas, llegaron tarde para los de mi generación. Si yo escribo a máquina con los diez dedos y a una muy respetable velocidad, qué no hubiera podido hacer con la bendita computadora. Ese “monstruo” de la propaganda hubiera sido un niño de teta para mí. Pero, no por eso “me chupo”. Trato de aprender, pregunto, consulto, hasta a Academias he ido. Claro que los roches vividos son de anécdota. Algún día las compartiremos.............................................................................................................................................................
El caso es que suelen presentarse casos que me dejan turulato, más perdido que huevo frito en un plato de cebiche y, por consecuencia lógica, renegando contra el mundo. Por ejemplo, esta paginita la vengo publicando hace ya buen tiempo, y no he tenido problemas las veces que me he podido comunicar con mis contaditos lectores. (Tengo una sobrina loquilla que se vacila preguntándome cada vez que nos vemos: “Tío, cuántas visitas?”)… No me he aventurado a hacer grandes cambios en su diagramación o diseño, precisamente por temor a que alguna descuadrada imprevista me deje sin bitácora, como ya casi sucedió hace algún tiempo....................................................................................................................................................................
El caso es que ahora la máquina ésta me ha inventado un nuevo problema: los textos que escribo, sin motivo aparente alguno, desconocen el formato que les doy. Los párrafos, por supuesto, los separo debidamente con los signos de puntuación necesarios y los espacios también están correctamente delimitados. Todos mis textos los preparo en el conocido Word y nunca hasta ahora se me había presentado este rompecabezas: cuando traslado el texto al esquema que me proporciona el blog, todo ingresa correctamente, como siempre. El problema se manifiesta solamente cuando se pide la publicación de la página, cuando se la manda al aire. Entonces todo el texto sale amontonado, es un solo amasijo que no respeta espacios, porque desaparecen los párrafos. En estas condiciones, por supuesto, la lectura del texto resulta siendo tediosa, sofocante, y se pierde mucho en su entendimiento.............................................................................................................................................................
He apelado a todos mis conocimientos, vuelvo a copiar todo con el máximo cuidado, pero al abrirse la página publicada encuentro nuevamente el montón de palabras. Es el motivo por el cual, como un recurso desesperado, he apelado a este remedio de aprendiz, de llenar con signos de puntuación los espacios separadores. Pero, ni usted amigo lector, ni yo, estamos conformes con esta salida de emergencia. Necesito encontrar la causa de esta molestia. Soy harto paciente, pero si las cosas siguen agravándose, voy a tener que golpear la mesa gritando colérico “¡Sólo a mí me pasan estas cosas!”. Yo estoy seguro que algún lector buena gente me va a soplar el remedio. Yo sé que en estas máquinas nada es por azar o porque se le haya ocurrido “joder la pita”, como decía mi abuelita la dignísima dama sanjuanina doña Felícita Calle de Alfaro. Debo suponer que sin darme cuenta he apretado alguna función que me está causando este bolondrón y, como no la descubro, debo seguir soportando estos sinsabores, per secula secularum.................................................................................................................................................................
Otro tema no resuelto hasta ahora, es mi postergado proyecto de subir algunos videítos que voy preparando. Ni en esta página, ni en el Facebook ni en el you tube, creo que así se escribe. Mi máquina empieza a trabajar, aplico al pie de la letra las técnicas que me enseña el bendito INTERNET, pero más o menos en 60% se planta y no hay tu tía que valga. No carga más. Me dicen que es por el formato, pero lo he adelgazado, ya no hay más reducción posible, está en FLV que es el formato más livianito, pero nanay. Y, sin embargo, veo que otros amigos y paisanos suben videos a cual mejor, inclusive más largos, más pesados en consecuencia. Mi videíto no llega ni a los cuatro minutos. No creo que tampoco sea por la máquina, porque aunque chatarrona, tiene un procesador regularón y 4 GB de memoria ram. En fin. No puedo seguirme resignando con el clásico “gajes del oficio”. Alguien tiene que escuchar mi queja… ¡PROTESTO ENERGÉTICAMENTE…..!!!
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