viernes, 17 de enero de 2014

ATIPANACUY ... ¡LOS DE ANTES!

Seguro estoy que nuestro distinguido amigo el doctor Luis Linares Delgado va a complacernos y nos va a relatar, con su estilo tan ameno y dinámico, este episodio que registra en su obra “LLACCTANCHIC VILLA CABANA”.

“… Con la licencia a todos los “Señores eximios danzantes de tijera” que brillaron con luz propia en la fiesta de “San Isidro el Labrador” y “Raymi Yacu” (fiesta del agua) en “Atipanacuy”, “Huacctanacuy” en “Guerras Pampa” y “Ccatun Punchau”, antes que el suscrito viniera a este mundo a contemplar el Planeta Tierra. Para el autor de esta semblanza desde que tuve uso de razón, los GIGANTES en este arte en el siglo pasado; fueron los maestros danzantes de tijera CIRILO INCA FLORES, “Amauta en la danza de las tijeras y andenes vivientes del pueblo de Andamarca” y RUPERTO CANALES RIVERA popular “ccori chaleco” de Puquio. De lo cual quiero enfocar un pasaje de naturaleza trascendental que para el autor, tiene gran significado porque forma parte de la vivencia de mi niñez, que hoy resalto en sentido “axiológico” de estos dos “colosos de estirpe”, artistas que dejaron escuela y fama en el quehacer histórico de la danza de las tijeras. En el año 1954 eran los cargontes de dansacc mayor los “Ayllu de Ccollana y Paya”, donde para esta fiesta tienen que presentar a las figuras descollantes, lo mejor de la vidriera de los danzantes de tijera.

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Por entonces fluía comentarios altisonantes en “Villa Cabana” que el puquiano RUPERTO CANALES RIVERA popular “ccori chaleco” (chaleco de oro) era el mejor danzante de tijeras de la Provincia de Lucanas y Parinacochas considerado el terror de los “CCAHUALLACCTINOS”.

Pero el gran CIRILO INCA FLORES de Andamarca que ostentaba su “PALMARÉS” en toda la región del hermoso valle de Sondondo. Estaba en el “PINÁCULA” como danzante de tijera, en toda la comarca del gran WIRACCOCHA “Guamán Poma de Ayala”.
Para esta fiesta el “Ayllu Paya” contrata al gran Ruperto Canales Rivera de Puquio y “el Ayllu Ccollana” contrata al maestro Cirilo Inca Flores de Andamarca, la comunidad de los 4 Ayllus esperan con asombro la fiesta y por ende la llegada de estos dos figuras, hasta que por fin llega el momento y frente a frente los danzantes.

Ruperto Canales cono sus músicos Gerardo Curo Garibay el popular “CALAVERA” en el arpa y Roberto Díaz el popular “CCORIRUNTO” (testículos de oro) en el violín, ambos del pueblo de Huaycahuacho.

Cirilo Inca con sus músicos Aquiles Chava León el popular de los “MANOS LIGEROS” en el arpa y Pedro Alegría Oscco el popular “TANCAYLLO” (terrible mosca parda) en el violín ambos del pueblo de Villa Cabana.

Así tanto en: anticipa, víspera, en guerras pampa y cera apaycuy; demuestran maestría y clase, las “dos escuelas” puquiana y andamarquina. Pero todo esto tuvo su final infeliz en CCATUN PUNCHAU” o sea en la “fiesta central”, en la plaza mayor donde en el contrapunto o “atipanacuy” en los diferentes estilos de la danza el gran “Ruperto Canales Rivera” popular “ccori chaleco” quedó mal parado porque repitió varias veces el mismo baile y no subió a la torre, fue “pifiado”, ante la supremacía del “baile endiablado” del maestro “Cirilo Inca Flores” y el sonar melodiosa de su instrumento de metal (tijera); que despintó a su rival en todos los tipos de danza bailando con destreza, sapiencia en dicho arte y epilogando el contrapunto subiendo a la torre de la Iglesia y dando volantín en la punta de figura “hexágona” y arreglando para el recuerdo el adorno derecho que estaba caído desde el “terremoto de 1940”.

Donde el gran Ruperto Canales popular “ccori chaleco” reconoció tácitamente superior en el baile al gran cacique de Andamarca por eso en su orgullo de hombre y artista estrechó la mano derecha hidalgamente, al gran maestro Cirilo Inca Flore y luego levantándole la diestra haciendo sonar su tijera, pidió trago a su capataz para brindar y así reconociendo la maestría de su rival en el arte que cultivan. Y el pueblo agrupado en la plaza quedó apreciando con asombro la caballerosidad y don de gente de Ruperto Canales, cuando se abrazaron cual dignos deportistas.

Terminado la competencia los “capataces” quedaron cual toros bravos mirándose de reojo, con los puños bien cerrados con ganas de lanzarse a puñete; parafraseando al Virrey La Serna y Mariscal Sucre para la postre diríamos “gloria al vencido y honor al vencedor” por cuanto Ruperto Canales ya descansa en paz y Cirilo Inca descansa en su tierra natal, desafiando al Dios Cronos cual cacique de la civilización “Kanichecc” para el regocijo del pueblo de Andamarca;
manifestaciones de contenido axiológico que pintan de cuerpo entero, a estos dos figuras en la danza de las tijeras que constituyen artistas de renombre, que quedaron en mi memoria como un recuerdo imperecedero gracias por su tolerancia…”

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